Un hombre australiano relata historias en el pub
David (no es su verdadero nombre) llegó a Taiwán como parte de un equipo de una misión a corto plazo. Durante su estadía él aprendió la narración bíblica y se aseguró de que los australianos ordinarios apreciaran el método. Él tenía una particular preocupación por hombres australianos a quiénes no les gustaría pasar cerca de una iglesia, y él tendría que tener una forma para que pudiesen convertirse en seguidores de Jesús.
Uno de los amigos de David se había convertido recientemente en cristiano y él estaba dispuesto a aprender más acerca de la Biblia. En lugar de hacer un estudio bíblico normal al que las personas en la iglesia están acostumbradas, David intentó uno de los relatos bíblicos que él había aprendido. Su amigo respondió muy positivamente y estaba dispuesto no sólo a escuchar más historias, pero además a invitar a un amigo suyo.
Este amigo había tenido una educación cristiana, pero había rechazado su pasado. Convinieron en reunirse en un pub que se consideró normal para ellos. Ya habían cubierto las historias hasta la Pascua. El segundo amigo también quería una Biblia y así la narración ha dado resultado en todos ellos, y ahora leen la Biblia en su propio tiempo.
David quedó impresionado con las profundas declaraciones de sus dos amigos después de escuchar las historias. Sin previo conocimiento bíblico, podrían ver cosas que en su estudio bíblico regular no vieron.
David escribe, “Hay algo único sobre el cuento en particular en entornos informales. Es más atractivo y parece que cautivan la mente. Parece ser que hay muchas menos barreras naturales. Es simplemente escuchar una inofensiva historia después de todo. Y están verdaderamente deseosos de escuchar la siguiente. Gradualmente, los veo hilvanando la historia bíblica. Ellos ven el vínculo entre Abraham casi sacrificando a su hijo Isaac, y se les enciende la luz en un momento.”
Usado con permiso.